Nombrar a Enrique Chiu de una sola forma es limitar la creatividad de este artista plástico, activista, Doctor Honoris Causa, conferencista y vocero en temas sociales. Con una formación en Mercadotecnia y en Diseño y Artes Audiovisuales, a lo largo de su carrera ha participado en más de 500 exposiciones nacionales e internacionales, así como en más de 80 festivales culturales y cuenta con 320 murales con causa a nivel nacional. Su obra se exhibe de manera permanente en museos de Estados Unidos, España, Alemania, Guatemala y México.
Originario de Guadalajara y artista nato desde los 7 años, Enrique se inspira en lo que ha vivido para traer mensajes a grupos vulnerables de la sociedad como son los migrantes. Él mismo se dio cuenta de las situaciones que experimentan los niños y jóvenes que viajan de Centro y Sudamérica para vivir el “sueño americano“ durante los 11 años que residió en Long Beach, California, por eso el tema de la migración y los derechos de los migrantes son el eje principal de su obra.
“Pinto porque se requiere mostrar al mundo lo que sucede en temas como migración, educación, valores, cultura de paz, entre otros“
Creador del Mural de la Hermandad en el muro fronterizo de Estados Unidos y México, una obra que se considera como el movimiento social y cultural más grande del norte de México y que reune a más de 7 mil personas de asociaciones, personajes de la vida cultural, pictórica y artistas que han plasmado alguna frase o gráfico en este mural. Como dice Enrique, es un movimiento que sigue vivo y que transmite resiliencia y mensajes de paz.
“El Arte es una oportunidad de decir cosas que trascienden” es uno de sus lemas con los que busca transmitir que el Arte puede hacer sentir algo a la gente, aunque no se hable el mismo idioma, el Arte te puede llevar a un lugar y hacer historia y que ésta se vea, el Arte te puede comunicar un legado.
Fundador y director de la Fundación Internacional por una Niñez con Futuro A.C. considera que involucrar a los niños y jóvenes con el arte es una parte importante para el desarrollo humano ya que ayuda en la parte emocional, cultural y física. Esta vocación se ha convertido en su pasión a tal grado de que se siente orgulloso de ser quien es y de lo que hace, de vincular proyectos internacionales y estar presente en la ONU, en los Premios Nobel y en muchos lugares compartiendo su visión de la vida.
El futuro es algo que se escribe con pasión y trabajo y actualmente se encuentra abriendo 9 galerías, 4 en Tijuana, también en Guadalajara, Toluca, en CDMX, así como una galería y cafetería en San Miguel Allende. Además, sigue preparando murales y esculturas en proyectos en Tijuana y Guadalajara, sus talleres de El Principito y sus valores y escribiendo un libro.
“Cada sueño se puede convertir en una pasión “
