El otoño es una estación mágica para casarse. La luz dorada que acaricia el atardecer, el clima fresco que invita a brindar y los paisajes vestidos de tonos cálidos crean un escenario perfecto para celebrar el amor. Y si hablamos de locaciones, hay espacios que parecen haber sido diseñados para enmarcar una boda otoñal de ensueño.
Viñedos: romanticismo entre copas
Nada se compara con declarar amor eterno entre viñedos bañados por la luz del atardecer. Estos escenarios ofrecen un ambiente sofisticado y relajado al mismo tiempo, ideal para parejas que buscan un estilo chic y natural. Como detalle inolvidable, el vino local puede convertirse en un sello distintivo de la experiencia.
Dónde: Viñedos Azteca (Querétaro), Viñedo Dos Búhos (San Miguel de Allende, Guanajuato).
Haciendas: historia y elegancia atemporal
Con sus muros de piedra, patios coloniales y jardines interminables, las haciendas mexicanas evocan tradición, carácter y un lujo clásico que nunca pasa de moda. En otoño, el aire fresco convierte sus espacios abiertos en un escenario romántico y solemne, perfecto para quienes buscan una boda con raíces y encanto histórico.
Dónde: Hacienda La Solariega (Querétaro), Hacienda Santa María Regla (Hidalgo).
Bosques: magia entre árboles
Celebrar rodeados de árboles siempre tiene un aire especial, pero en otoño la experiencia se vuelve cinematográfica: hojas rojizas y doradas que caen como confeti natural, brisa ligera y un entorno que parece sacado de un cuento. Es la elección ideal para parejas bohemias que desean una boda íntima y profundamente conectada con la naturaleza.
Dónde: Boscoso (Valle de Bravo, Estado de México), Bosques del Sol (San Cristóbal de las Casas, Chiapas).
Espacios híbridos: lo mejor de dos mundos
Cada vez más parejas eligen locaciones que combinan tradición y modernidad: viñedos con arquitectura contemporánea, haciendas restauradas con toques minimalistas o jardines rodeados de bosque con diseño vanguardista. Estos espacios versátiles se convierten en un lienzo perfecto para imprimir personalidad en cada detalle.
Dónde: Casa Cien (San Miguel de Allende, Guanajuato), Rincón del Bosque (Huitzilac, Morelos).
En otoño, la locación no es solo un escenario: se convierte en parte de la narrativa de la boda. Elegir el lugar adecuado es regalarle al gran día un telón de fondo inolvidable, donde romance y estilo se funden con la belleza de la estación.












