Por: Andrea Victoria
El verano, y sus cálidas temperaturas, son el momento perfecto para sacar tu traje de baño y disfrutar de la playa o pasar un rato con amigos. Sin embargo, no debemos olvidar los cuidados que nuestra piel necesita para disfrutar sin preocupaciones del sol y la playa.
La exposición al sol no solo deshidrata nuestra piel, sino que puede ocasionar enfermedades o quemaduras graves debido a los altos niveles de rayos UV que penetran nuestra atmósfera por el desgaste de la capa de ozono. Por ello, es esencial mantener una buena hidratación consumiendo al menos dos a tres litros de agua al día y usar agentes humectantes que incluyan protector solar. Así, mantendrás tu piel radiante, humectada y protegida durante el verano.
Además, el verano no solo significa exponerse al sol, sino también disfrutar de tardes en el mar o la piscina. Para combatir la resequedad y los daños causados por la sal y los químicos, opta por exfoliar tu piel una vez por semana mediante masajes circulares.
Recuerda que cada piel tiene necesidades diferentes. Por ello, es importante conocer tu tipo de piel y los cuidados que requiere. Consulta a tu dermatólogo de confianza y combina tus productos esenciales con una dieta balanceada para obtener mejores resultados. ¡Tu piel te lo agradecerá!
