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Recuerdos del porvenir. Un bestiario

Recuerdos del porvenir. Un bestiario

El artista plástico Fabricio Vanden Broeck presentó hace unos días su más reciente colección "El bestiario continúa..." en su recinto artístico La Galería ubicado en el barrio de La Ermita. A continuación, él nos explica la perspectiva de su obra:

"Permítanme primero aclarar que el título de esta exposición, tomado de la obra insignia de Elena Garro, no tiene relación alguna con el contenido de aquella salvo quizá por lo que sugiere, en el sentido de que las cosas no cambian y de que el pasado anuncia el futuro.

El título me pareció lo suficientemente sugerente como para nombrar esta exposición que consiste en un bestiario mayormente inspirado en la compilación que Jorge Luis Borges, en colaboración con Margarita Guerrero, publicó en 1957.

Las descripciones de “El libro de los seres imaginarios”, de dichos autores, son herencia de los bestiarios y leyendas del Medievo, cuando el imaginario colectivo estaba poblado de animales fantásticos que interactuaban con la realidad cotidiana.

En aquellos tiempos se creía en la existencia de un mundo paralelo con el que ocasionalmente se entraba en contacto, en circunstancias generalmente ligadas a la religión católica y regidas por maniqueos códigos morales.

En ese contexto, se pensaba que ciertas acciones o pensamientos tenían el poder de invocar criaturas de ese mundo paralelo, para bien o para mal.

Dichos seres imaginarios son, en gran medida, derivaciones de la mitología greco-latina enriquecida por el contacto con otras culturas sobre todo aquellas originarias del Oriente Medio y Lejano. El dragón, por ejemplo, entró en el imaginario europeo por vía de los griegos y los fenicios quienes lo heredaron de los persas.

Otros muchos provienen de descripciones de animales extraordinarios pero reales, descripciones a la postre alteradas, exageradas y magnificadas, que el tiempo, en complicidad con la imaginación, contribuyó a forjar.

Un ejemplo de esto puede verse en representaciones medievales del caballito de mar, percibido en ese entonces como un híbrido de caballo (Equus caballus) y pez, del cual tenía la cola y las aletas, entre otras características.

Seres fantásticos todos estos que hoy día siguen habitando nuestro imaginario, incluso logrando un mayor grado de “materialización” gracias a las tecnologías de representación y visualización que permiten lograr imágenes tridimensionales y de alta definición con un realismo nunca antes imaginado. Quizá sea esta la antesala de un paso más audaz en la re-creación de estos seres, a partir de la ingeniería genética.

Esta exposición pretende ser un ejercicio lúdico de arqueología imaginaria en busca de representaciones de algunos de estos seres, materializadas en objetos que nos vendrían de un pasado remoto, de un territorio lejano que podría ser Narnia, o mejor aun, la Atlántida mítica, y que rescata a dos seres fantásticos que llegaron a nuestras tierras hace muchas lunas: Quetzalcóatl, adoptado por los pueblos mesoamericanos, y otro que apareció en territorio maya, Juan T’u’ul o Juan Conejo".

 

Texto por: Fabricio Vanden Broeck


Midwoman Fashion Magazine (4 de julio de 2023)

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