El ácido láctico, aunque no lo creas, era uno de los secretos más top en la época de los faraones y hoy en día es más común encontrarlo en productos de skincare. Es por eso que te compartimos algunos de los beneficios de incluirlo en tu rutina.
¿Qué es el ácido láctico? Se encuentra de forma natural en el cuerpo y en la fermentación de la leche, manzanas y caña de azúcar. Es un ácido soluble en agua que exfolia las células muertas y promueve la hidratación y humectación a nivel celular. Algunos de los principales beneficios de utilizarlo son: exfoliar las células muertas, estimular la producción de colágeno, y por ende, más firmeza, elasticidad y reducción de líneas finas, aumenta las ceramidas que mantienen la barrera cutánea protegida.
Se recomienda comenzar a usarlo en concentraciones bajas y progresivas, una vez por semana y en la noche, para que al tener contacto con el sol no irrite ni manche la piel. Inclúyelo en cremas, geles y limpiadores. Después en sueros y lociones que penetran más rápido el cutis. Evita mezclar el ácido láctico con vitamina C, peróxido de benzoilo, retinol y otros AHAs (alfahidroxiácidos) para que no sobre exfolien tu piel.
Nuestros productos favoritos son: Surface radiance cleanse de Medik8, Lactic Acid 10% + HA de The Ordinary e Invigorating night transformation gel de Ole Henriksen.
