La Isla Mérida fue testigo de la elegancia que emanaban las propuestas del diseñador argentino Gustavo Pucheta que, con un estilo monocromático, encantó a la pasarela con plumas, moños, corsés, chalecos, sombreros y varias piezas más para el hombre y la mujer.
Su colección estuvo cargada de líneas rectas y clásicas combinando los colores blanco y negro que creaban siluetas muy elegantes, opulentas y con mucha clase.